viernes, 5 de enero de 2018

Oración a la Patagonia - Quimey Neuquén







Oración a la Patagonia

Ay, no puedo, no puedo
decir tu desnudez, tu poderío;
la piedra de tu seno
guarda un duro secreto que no es mío.

Ay, no puedo, no puedo, 
virgen mapuche,
ciervo malherido;

por tu tierra inviolada duerme un grito.

Tengo miedo de ti,
territorio del viento;
horizonte frontal
desconocido,
desierto.

Tengo miedo 
del ríspido subsuelo
que amamanta en la sombra tu desvelo
los líquenes tehuelches
carcomiendo el olvido
la voz de las cenizas alzándose en el rito
salmodiando su coro empecinado
ululando el tañil del alarido:
¡Argentina! ¡Argentina!

Un día subirá el loncomeo
ondeando por sus ásperas banderas
como la voz del fuego.

Un día impetrarán su ruego
las vestes aborígenes del agua, 
los potros de la sed y el pan incierto;

y un nuevo Dios de establo y de pobreza
nos nacerá otra vez desde tu aliento
con el último  niño de la raza
que se vaya muriendo.

Y el jinete del alba dará vueltas
galopando hacia allá
por el desierto

¡para decir que sí, que estamos vivos!
¡para gritar que no, que no hemos muerto! 

(Suma Paz)* Ver abajo del todo.

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(Foto del Cacique Sayhueque)



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(Foto: flor que se conoce como "capachito", "topa-topa", "zapatitos de la Virgen o de Venus". Es una Calceolaria que se encuentra desde Patagonia hasta México)





Quimey Neuquén


Flor  de los arenales...
regada en sangre del bravo Sayhueque
Grito que está volviendo,
en tu desbocado potro pehuenche.

Del cielo la onda noche,
se oye del viento la serenata.
Tupos la luna prende
en la negra cimba de mi araucana.

Aguas que van,
quieren volver,
aguas que van,
quieren volver,
río arriba del canto aprendido,
Neuquén quimey,
quimey Neuquén.

Sol que se está gastando,
en piedras lajas
y turbias corrientes.
Beso la sombra india,
que vuelve crecida
de un sueño verde.

Ya madura el silencio,
por el agreste vientre de tus bardas.
Quiere Rayen dormirse,
tiemblan sus entrañas, enamorada.

Aguas que van, quieren volver,
aguas que van, quieren volver,
río arriba del canto aprendido,
Neuquén quimey, quimey Neuquén,
Neuquén quimey, quimey Neuquén,
Neuquén quimey, quimey Neuquén...

(Letra: Milton Aguilar, música: Marcelo Berbel).


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*En su libro: "Al Sur del canto", Suma Paz lo publica así:

Oración a la Patagonia:

Ay, no puedo, no puedo
decir tu desnudez, tu poderío;
la piedra de tu seno
guarda un duro secreto que no es mío.

Ay, no puedo, no puedo, 
virgen mapuche,
ciervo malherido;

por tu tierra inviolada duerme un grito.

Tienen miedo de ti,
territorio del viento;
horizonte frontal
desconocido,
desierto.

Tienen miedo 
los que cargan tu sol en sus mochilas
para cazar la sombra del guanaco
y el rojo jabalí que se degüella
sobre un coirón de sangre y ceniza.

Tienen miedo 
los que horadan tu ríspido subsuelo
y el negro manantial de tu latido
les arroja en la cara tu desvelo:
un cachorro de tigre embravecido.

Un cachorro de tigre ha mamado
liquen y llanto de tu luz bardina
y saltará, rugiendo empecinado
¡Argentina! ¡Argentina!

Un día subirá el loncomeo
ondeando por sus ásperas banderas
como la voz del fuego.

Un día impetrarán su ruego
las vestes aborígenes del agua, 
los potros de la sed y el pan incierto;

y un nuevo Dios de establo y de pobreza
nos nacerá otra vez desde tu aliento
con el último  niño de la raza
que nos vaya naciendo..

Y el jinete del alba dará vueltas
galopando hacia allá
por el desierto

¡para decir que sí, que estamos vivos!
¡para gritar que no, que no hemos muerto!

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